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Las Cortes españolas sesionaron del 1 de octubre de 1813 al 10 de mayo de 1814. Por diversas razones —como había ocurrido en Nueva España con los diputados—, de los ciento cuarenta y nueve diputados americanos que deberían presentarse, solamente sesenta y cinco estuvieron presentes, de los cuales, cuarenta y dos eran suplentes.[224]​ Durante ese periodo los invasores franceses fueron desalojados de España. Para enero de 1814, las Cortes y la Regencia se habían trasladado a Madrid. En febrero de 1814, el rey Fernando VII "el Deseado" firmó el Tratado de Valençay, por el cual consiguió recuperar su autodeterminación. antiguamente de regresar a España, el rey ordenó al duque de San Carlos entrevistarse con la Regencia.[225]​ Las Cortes le informaron que habían decretado que solo después de que el rey jurase la Constitución se le examinaría como soberano genuino de España, de esta forma "el Deseado" emprendió su regreso. Pero un Corro de sesenta y nueve diputados del "partido de los serviles" prepararon un documento conocido como el Manifiesto de los persas; entre ellos, se encontraban los novohispanos Antonio Joaquín Pérez, Salvador Sanmartín y José Cayetano Foncerrada.

unidad de los diputados electos para asistir a las Cortes de Cádiz, fue José Eduardo de Cárdenas, diputado por Tabasco, quien el 24 de julio de 1811 presentó delante el pleno, una memoria titulada Exposición de motivos de la combate de independencia,[68]​[69]​ en la que protestaba contra las autoridades virreinales por la situación de marginación y pobreza en que se encontraban los indígenas y mestizos novohispanos, y mostraba las posibles soluciones.

[337]​ El 14 de marzo, Apodaca declaró a Iturbide fuera de la protección de la calidad, ofreció un indulto Militar a quienes hubiesen Comisión el Plan de Iguala, siempre y cuando reiterasen su palabrota de fidelidad a la Constitución y al rey.[338]​ Al mismo tiempo, mandó formar el Ejército del Sur con una tropa de cinco mil hombres inicialmente bajo el mando del mariscal de campo Pascual de Liñán y del brigadier Javier de Gabriel. El coronel José Gabriel de Armijo fue llamado para ser nuevamente comandante general del Sur, se unieron el batallón de Castilla del coronel Francisco Hevia, el batallón del Infante Carlos, parte de la caballería del regimiento del Príncipe y parte de la tropa comandada por el coronel Juan Ráfols que se encontraba en Tejupilco.[339]​ Campaña del Ejército Trigarante[editar]

Se reunió personalmente en Sultepec con el teniente coronel Miguel Torres. El compadre de Iturbide, Juan Gómez Navarrete, informó a los diputados, que se encontraban en Veracruz a punto de zarpar hacia España, el plan que se iba a proclamar. La veterano parte de ellos recibió con desconfianza la informe.[333]​

[381]​ O´Donojú ordenó un cese a las hostilidades por parte de los realistas, y envió a dos emisarios con cartas dirigidas a Iturbide para celebrar una reunión.[382]​ El 11 de agosto, el dirigente mayor del Trigarante dio respuesta, señalando a la villa de Córdoba como zona de la cita. Por otra parte, se dirigió a Texcoco, desde donde notificó las proclamas de O'Donojú al mariscal Francisco Novella. Este último solicitó un paz y el permiso para dirigir dos comisionados para reunirse con el recién llegado. Iturbide aceptó, pero cuando los enviados llegaron a Texcoco se les prohibió el paso bajo el pretexto de que las condiciones del tregua no habían sido aceptadas por Novella.

Martínez cae fulminado ante la marca de Torres. El árbitro cobra un penal inexistente. El VAR corrige lo que era un error grave y determinante.

Mientras los efectivos insurgentes habían disminuido considerablemente, en ese estado de cosas, las fuerzas realistas superaban los cuarenta mil efectivos. En la División de México el propio virrey Félix María Calleja contaba con dos mil seiscientos hombres; el coronel Manuel de la Concha en Apan tenía mil quinientos diez, el coronel Alejandro Álvarez de Güitán en la sección de Huejutla ciento cincuenta y individualidad; el brigadier Ciriaco del Llano en el Ejército del Sur contaba con seis mil seiscientos noventa y nueve; el mariscal de campo José Dávila en la División de Veracruz tenía seis mil cuatrocientos ochenta y dos; para la defensa de convoyes, el coronel Francisco Hevia contaba con novecientos sesenta y ocho; el coronel Cosme de Urquiola en la Isla del Carmen tenía trescientos treinta y nueve; el coronel José Gabriel de Armijo en la División de Acapulco contaba con dos mil seiscientos cincuenta y un efectivos; en Toluca, el teniente coronel Nicolás Gutiérrez tenía doscientos ochenta y dos; en Ixtlahuaca el coronel MatíTriunfador Martín y Aguirre, setecientos ochenta y siete; en Tula, el coronel Cristóbal Ordóñez, ochocientos ochenta y ocho; en Querétaro, el brigadier Ignacio García Rebollo, novecientos noventa y singular; el Ejército del Norte comandado por el coronel José Castro, tres mil ochocientos tres; el Ejército de Reserva del mariscal de campo José de la Cruz contaba con tres mil trescientos sesenta y tres; la División de las Provincias Internas de Oriente al mando del brigadier Joaquín Arredondo, tres mil novecientos ochenta y siete; la División de las Provincias Internas de Oeste al mando de mariscal de campo Bonavia, doscientos setenta y nueve; en la Antigua California, el capitán Argüello contaba con ciento nueve y en Nueva California el teniente coronel Pablo Sola tenía tres mil seiscientos cinco hombres.

La ciudad de Puebla estaba defendida por Ciriaco del llanura, quien tenía como segundo al coronel José Morán, desplazado en San Martín Texmelucan.[371]​ El día 6 de julio comenzaron las hostilidades cuando una columna realista intentó confrontar a los trigarantes, pero esta fue obligada a regresar a la ciudad para resguardarse; Mier y Terán dirigió un cañeo incesante en torno a la ciudad. El día 17 se pactó un alto el fuego, durante este lapso, el coronel Manuel de la Concha se aproximó para ayudar a los sitiados, pero su avance fue combatido por Epitacio Sánchez, Joaquín Ramírez y Sesma, quienes lo obligaron a regresar a la caudal.[372]​

Fue el fraile dominico quien lo entusiasmó respecto de la lucha por la emancipación de la Nueva España. Finalmente viajó a los Estados Unidos, desde donde se había embarcado para combatir del lado de los insurgentes novohispanos, entrando al país por la costa de Tampico.

La derrota de Ascencio fue recibida con consentimiento por Apodaca, pero la rendición de Valladolid lo consternó. Desesperado, publicó un banco por el cual canceló la libertad de imprenta y llamó al alistamiento forzoso de varones entre dieciséis y cincuenta primaveras de antigüedad. Pero ninguna de estas medidas impidió que parte de la tropa de la hacienda desertara y huyera para reunirse con los trigarantes.[357]​ Entusiasmado por la información de la toma de Valladolid, Pedro Celestino Negrete proclamó la independencia el 13 de junio en Santo Pedro Tlaquepaque; de inmediato se le unió el capitán Eduardo Laris que ocupaba el cuartel del Hospicio, a quien respaldó con get more info una tropa de trigarantes el coronel José Antonio Andrade.

Y aunque su comportamiento fue prolífica, el conocido esperaba más de "La Chica Dorada", por lo que al notar que abandonaba el escenario, sin tener la certeza si volvería a subir, pidieron que interpretara otra canción.

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